Guadix, una joya histórica situada en la provincia de Granada, es célebre por su impresionante legado artesanal. Entre sus tesoros más destacados se encuentra la Jarra Accitana, una pieza icónica de la cerámica local que combina funcionalidad y belleza en un solo objeto. Su importancia radica no solo en su utilidad cotidiana, sino también en su valor cultural e histórico, convirtiéndola en un emblema de la tradición alfarera de la región.
Origen e historia de la Jarra Accitana
La Jarra Accitana, conocida también como Jarra de Novia o Jarra de las Pajaricas, tiene sus orígenes en el siglo XVIII aunque sus raíces alcanzan hasta la época musulmana, cuando los alfareros andalusíes perfeccionaron las técnicas de cerámica en la península ibérica. Encontramos su predecesora en la jarra chata o de pie, que se utilizaba tradicionalmente para ofrecer agua a los invitados. Con el tiempo, los alfareros comenzaron al decorarla colocando detalles ornamentales de composición barroca como flores, hojas, gallos o pájaros, convirtiéndose en una seña de identidad de Guadix.
Se convirtió a sí en un regalo perfecto para las novias el día de su boda en el que los invitados ponían ‘la manzana’ (nombre que recibe el dinero que los convidados dan a los novios como regalo de bodas). La artesanía de Guadix ha sabido mantener viva esta tradición, respetando los métodos de fabricación originales mientras incorpora detalles modernos en su decoración.
No fue hasta mediados de siglo XX cuando recibió el nombre oficial de Jarra Accitana. El maestro alfarero Miguel Cabrerizo la bautizó uniéndola para siempre a su lugar de origen, Guadix.
Convertida en un símbolo de identidad de esta tierra granadina, la Casa Real cuenta con una en su haber y se ha podido contemplar en más de una ocasión en el salón donde SSMM ofrecen cada año la felicitación de Navidad.
Características y proceso de elaboración
La Jarra Accitana se elabora con arcilla local de gran calidad, la cual es trabajada a mano y cocida en hornos tradicionales para garantizar su durabilidad. Su acabado tradicional es en tonos terrosos naturales.
El proceso de fabricación sigue los siguientes pasos:
- Modelado: La arcilla se moldea en torno hasta obtener la forma deseada.
- Secado: Se deja reposar la pieza para eliminar la humedad antes de la cocción.
- Cocción: Se somete a altas temperaturas en un horno para darle resistencia y firmeza.
Un meticuloso proceso, transmitido de generación en generación, que asegura que cada jarra sea una obra única con el sello artesanal de Guadix.

El Torico de Guadix: Un símbolo ancestral
Otro de los elementos emblemáticos de la cerámica accitana es el Torico de Guadix, una figura de origen prehistórico que ha fascinado a arqueólogos y amantes de la historia. Se trata de una reproducción en cerámica de un toro ibérico, basado en un hallazgo arqueológico de la zona. Fechado en la época íbera por los historiadores, es una especie de ocarina perteneciente a los tótems ibéricos que los pastores han utilizado para comunicarse en la distancia. Posteriormente, hizo la delicia de muchos niños como juguete musical.
El Torico de Guadix tiene un fuerte valor simbólico, asociado a antiguas creencias y actualmente se ha convertido en un objeto de culto y una de las piezas más representativas de la identidad cultural de Guadix.
Otras obras de la cerámica de Guadix
Además de la Jarra Accitana y el Torico de Guadix, la alfarería de esta localidad ofrece una gran variedad de piezas que reflejan la riqueza de su tradición ceramista. Entre ellas destacan:
- Botijos, cántaros y orzas: Diseñados para mantener el agua fresca durante largas horas o a conservar alimentos como lomo en manteca o aceitunas ‘aliñás’.
- Platos y cuencos decorativos: Ornamentados con motivos geométricos y florales de inspiración morisca.
- Zambomba: Instrumento que consta de tres partes: caja de sonido, que es un cilindro hueco de cerámica; membrana o parche, de piel de choto o conejo que cierra el cilindro; y la caña, que al frotarla hace vibrar la membrana produciendo un sonido grave.
- Lámparas y faroles de cerámica: Ideales para la decoración de patios y hogares con un toque andaluz.
Cada una de estas piezas representa el legado vivo de una tradición que ha perdurado a lo largo de los siglos. Los talleres artesanales de Guadix siguen produciendo estas maravillas, ofreciendo a visitantes y coleccionistas la oportunidad de llevarse un trozo de historia en forma de cerámica.
La Jarra Accitana, el Torico de Guadix y las numerosas creaciones en cerámica de este pueblo son testimonio de una artesanía que sigue viva y en constante evolución. Un motivo más para visitar Guadix y disfrutar de su entorno natural y de su legado cultural.