Benalúa, vive en tus carnes una historia sorprendente.

Emplazamiento.

El emplazamiento del pueblo de Benalúa aprovecha las buenas condiciones del entorno.

Como la abundancia de agua o la existencia de tierras fértiles.

Junto a la extensa zona de bad-lands en la que abunda la caza y que ofrece la posibilidad de recolección de distintas materias primas (esparto, retama, arcilla, etc….).

Estas condiciones han favorecido desde hace miles de años el establecimiento humano.

Aunque la población actual no debe tener más de mil años, en sus alrededores existen  abundantes yacimientos arqueológicos de época prehistórica y antigua, sin que ninguno de ellos pueda relacionarse directamente con el poblamiento actual.

barrio camarate

Origen.

El origen de lo que ahora es Benalúa debe situarse en época almorávide (s. XI) a juzgar por el conjunto del barrio del Camarate.

A partir de este momento y hasta la época nazarí no debió existir un poblamiento mucho más grande que una alquería de agricultores cercana a la zona de las cuevas.

Es la época en que se desarrollan las redes de regadío más antiguas y el parcelario que se le asocia.

También es la época en que se extienden y se asientan los cultivos venidos de oriente y de otras zonas del Mediterráneo que enriquecerán la dieta de las poblaciones andalusíes.

En época Nazarí.

Entre los siglos XIII- XV se debió desarrollar un núcleo de población creciente y de cuevas habitadas permanentemente, posiblemente en los barrios del Tarambolo y del Camarate.

Durante este época la vía de comunicación heredada de la Vía Augusta y que comunicó Guadix con el Alto Guadalquivir durante siglos, pierde su importancia porque pocos kilómetros al norte estaba la frontera cristiana, zona de conflicto e inseguridad permanente.

En esta época final de la Edad Media el pueblo siguió estando habitado por agricultores que vivían del monte y de los cultivos de regadío, habitando en cuevas.

Tras la conquista cristiana el pueblo aparece mencionado por primera vez como Menaluga o Benaluga, sin que hasta el momento se haya podido aclarar el origen y el significado del topónimo, a pesar de las múltiples teorías emitidas al respecto.

Siglo XVI.

Durante el S. XVI Benalúa aparece como simple cortijada de moriscos dependiente de Fonelas que, tras su expulsión, será un pueblo repoblado por cristianos viejos venidos de otras zonas del Reino de Castilla.

Edad Moderna.

Entre los siglos XVII y la primera mitad del XIX es un pueblo de campesinos arrendatarios. La propiedad está en manos de la familia Zapata, Marqueses de Alcudia, que irán enajenando poco a poco sus propiedades.

El pueblo no tiene durante esta época ningún carácter nobiliario, de ahí la ausencia de edificios suntuarios (palacios o iglesias).

Es un pueblo muy modesto en el que a lo largo del siglo XIX irá surgiendo una pequeña clase de agricultores no ricos pero sí bien establecidos y relacionados con los poderes civil y eclesiástico, sobre todo a partir de la constitución del municipio en 1834.

Durante ese siglo Benalúa mantuvo enfrentamientos con distintas instancias en reconocimiento de sus derechos y de su identidad.

El primero de ellos tiene que ver con su institución como municipio, que no sería reconocida hasta décadas más tarde por Guadix, ciudad de la que se había segregado.

También se produjeron conflictos con el obispado, al que se le reclamaba un párroco propio, y con el Duque de Gor y el marqués de Villalegre, ambos de la nobleza accitana, por el aprovechamiento de las aguas de riego.

estacion benalua

Siglos XIX-XX.

A finales del siglo XIX se construye la línea férrea, con parada en Benalúa.

Esto va a propiciar la instalación de la fábrica pocas décadas después.

En efecto, en 1905 el empresario e ingeniero granadino Manuel Fernández Fígares compra las tierras de Benalúa y comienza su industrialización.

Nacerá así un prestigioso complejo industrial en el que destaca la Azucarera.

Las industrias que se implantan aportan nuevas tecnologías, maquinarias y procesos productivos novedosos, hasta entonces desconocidos en el pequeño pueblo de tradición agrícola.

Junto a la Azucarera aparecen una fábrica de pasta de papel a partir del esparto, una fábrica de harinas, hornos, una almazara y una fábrica de aceites de orujo, una fábrica de aguardientes y jarabes, una fábrica de jabones, además de muchos otros pequeños negocios.

Todo este movimiento económico condicionará la vida de todo el pueblo directa o indirectamente.

Influirá en la que otros pueblos cercanos de campesinos, y marcará un desarrollo particular en una comunidad de agricultores que hasta entonces en poco se diferenciaba de las vecinas.

La industria atrae a gentes de otros lugares y evita la emigración de la época a América, cosa que sí sucedió en Guadix, por ejemplo.

La población se triplica en pocos años.

El pueblo crece urbanísticamente, apareciendo un barrio “burgués”, así como nuevos barrios de obreros y jornaleros.

Sociológicamente, aparece una clase obrera que es solidaria con los jornaleros o agricultores arrendatarios.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XX los labradores consiguieron el acceso a la propiedad de las tierras, acabando así con una larga historias de arrendamientos.

También se terminó a principios de los años 70 con la anacrónica segregación del barrio del Camarate, hasta entonces anejo de Guadix y que pasó a unirse a Benalúa.

La peculiar historia reciente de Benalúa en relación con su entorno hizo que el pueblo superara con rapidez la crisis y el cierre de las grandes fábricas, en particular de la Azucarera.

Tras ese momento no han cesado de surgir nuevas y pequeñas y medianas empresas, que han acompañado a un intenso movimiento asociativo y cultural.

Más información en Wikipedia.

5 comments

  1. Me a encantado la historia, yo nací en San Torcuato, pero me crié en Benalua, y aunque ya no vivo ay yo me considero Benaluense.
    Gracias

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